Carta de Pedro a Leyla

Quiero escribirte un verso, pero no puedo.
Tu estás hecha de prosa.
Los versos van y vuelven, vuelan y hacen soñar;
la prosa en cambio se queda y me desvela.
Como tu, quiere ser perfecta, no da treguas y te dice todo,
y no esconde nada.
El verso es vago, extranjero a la crudeza de tus letras
a menudo demasiado francas.

Insisto, quiero escribirte un verso, al menos uno!
Regalarte matices y adornar tu mundo con epifanías literarias.
Pero no puedo, la fortaleza de tus vocales bárbaras me desorienta, y
me fait un drôle d’effet.

Ya no quiero escribirte versos, quiero mirarte y no leerte,
Ver que de verdad existes, sufrir tu sonrisa,
esconderme de tus ojos, someter a juicio tus labios.
Y poder dormir profundamente hasta
que tu prosa me despierte a tiempo.
Justo antes de escribirte un verso.